La teoría del apego es por primera vez formulada
por Bowlby en los años 50 dentro del marco de la etología, después estas
formulaciones han sido ampliadas por Shaffer, Ainswort... La teoría del apego
defiende, que al igual que los animales, los seres humanos nacemos con un
repertorio de disposiciones conductuales propias de la especie que promueven el
vínculo afectivo entre el niño y los cuidadores. Los niños nacen programados
para vincularse, también los adultos están biológicamente programados para
responder a las señales del bebé. Sin embargo esta predisposición biológica no
es suficiente, será precisa una larga experiencia de interacción y el
desarrollo de capacidades cognitivas y afectivas para que el niño pueda
reconocer y diferenciar a las figuras de apego.
Es alrededor del octavo mes cuando las figuras
de apego se centran en una figura específica.
Por otro lado, el dolor, la angustia y tristeza
acompaña a las experiencias de separación y pérdida de la figura de apego. La
ansiedad ante la separación será la prueba de que el niño a establecido los
vínculos. Pero no todos los niños muestran los mismos grados de angustia ante
la separación.A partir de este momento se modificará la relación del niño con el mundo externo. Las figuras de apego serán una base de seguridad a partir de las cuales el niño inicia la exploración exterior. La presencia y accesibilidad de las figuras de apego activará las conductas exploratorias; su ausencia inhibirá esas conductas.
Una vez establecido el apego, el niño, cambiará su relación con los desconocidos. Aparecerán reacciones de miedo, rechazo... El niño activará el miedo si el encuentro es valorado como una amenaza.
Las interacciones interpersonales constituyen una parte importantísima en el desarrollo afectivo y comunicativo del niño, al que hay que considerar como socialmente activo, que a la vez, interviene y recibe intervenciones de otros.
Las múltiples y cotidianas interacciones entre el niño y las personas adultas próximas van a provocar el establecimiento de una relación especial denominada apego (vínculo afectivo), que tendrá amplias repercusiones en el desarrollo cognitivo, social y afectivo del niño.
Factores situacionales: El factor será la presencia
y localización de la madre. El niño necesita conocer su accesibilidad o
disponibilidad emocional. Cuando la figura de apego está presente pero no
disponible, los niños apenas se alejan para explorar.
Los mensajes verbales y afectivos sobre la
situación intervienen en la evaluación infantil de la misma.
El niño buscará información en las personas para
dar sentido a una información que percibe incierta o ambigua. La figura de
apego es una base de seguridad y base de información.
Factores personales: Existen algunas variables
que influirán en la valoración que el niño hace de una situación, pero el
factor personal con mayor poder de determinación es el modelo interno de la
figura de apego.
Para Bowlby el modelo interno activo o modelo
representacional es una representación mental de sí mismo y de las relaciones
con los otros. Se construye a partir de las relaciones con las figuras de
apego, sirve al sujeto para percibir e interpretar las acciones e intenciones
de los demás y para dirigir su conducta.
El modelo interno no refleja una imagen objetiva
de la figura parental sino la historia de las respuestas de cuidador ante los
intentos del niño de buscar su proximidad.
La formulación del modelo interno implica una
interdependencia entre el modelo interno de la figura de apego y el modelo de
sí mismo.
A partir de una interacción caracterizada por la
sensibilidad y consistencia de la respuesta materna ante las señales del niño
este anticipará:
Accesibilidad y protección de la madre.
Su propia competencia como promotor de la
proximidad e interacción con los otros.
En caso contrario, el niño anticipará:
Ausencia de respuestas por parte de la figura de
apego.
Escasa capacidad para promover respuestas e
interacción.Los niños participan activamente en la formación del vínculo afectivo, disponen de características como la configuración de su cara o capacidades del procesamiento de la información que les permiten activar los cuidados y la protección de sus cuidadores.
Apego:
Esfuerzos por mantener la proximidad.Contacto sensorial privilegiado.
Relaciones con el entorno más seguro.
Lugar de refugio.
Ansiedad ante la separación.
Funciones del apego:
Favorecer la supervivencia manteniendo próximos y en contacto a las crías y progenitores.
Seguridad.
Ofrecer y regular la cantidad de estimulación sensorial para el óptimo desarrollo.
Desarrollo social.
Etapas del apego:
Orientación hacia las personas sin reconocimiento
de las personas que le cuidan. (0-3 meses) Las características perceptivas de
los seres humanos atraen su atención. La atención de los bebés estará dirigida
hacia estímulos emitidos por humanos.
Tipo de
apego.
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En
presencia de la madre.
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En ausencia
de la madre.
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Regreso de
la madre.
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Seguro.
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Exploran
activamente el entorno.
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La
exploración decae, angustia por la separación.
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Señales de
alegría. Activación de las conductas de apego.
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Ansioso
ambivalente.
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Exploración
baja o nula del entorno. No se alejan de la madre.
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Ansiedad
por la separación muy intensa.
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Buscan y
procuran mantener la proximidad con la figura de apego. Después muestran
oposición.
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Evitativo.
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Pasivos o
indiferentes.
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Escasa o
nula ansiedad ante la separación.
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Evitan el
contacto cuando la figura de apego vuelve.
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Ansioso
desorganizado.
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Ansioso
ambivalente.
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El apego seguro aumentará la exploración, la curiosidad, la
solución de problemas, el juego, las relaciones con los compañeros. Tienen más
posibilidades de desarrollo social e intelectual y ser más tolerantes.
El apego inseguro hace que cualquier conducta ambivalente o poco
clara de los otros se viva como un rechazo total. Las personas ambivalentes
necesitan continuas muestras de afecto, su modelo mental no incluye una idea
interiorizada del otro como alguien estable y disponible.
Se a encontrado una gran continuidad entre las
historias de apego y el cuidado de los hijos.
Los tipos de apego tienden a reproducirse, pero
algunos padres consiguen cambiar el estilo y romper esta cadena
intergeneracional, posiblemente haciéndose consciente de sus experiencias
infantiles y modificando sus modelos mentales.